10 Ocak 2020
Por Laura Llach • última actualización: 10/01/2020 – 11:55
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La reputación del BBVA pende de un hilo. Sin recuperarse de la crisis de imagen más seria que ha sufrido tras su imputación en el ‘caso Villarejo’-la investigación abierta por el espionaje a empresarios, políticos y periodistas-, la entidad liderada por Carlos Torres ha empezado el año con un nuevo golpe que empaña el frente turco.
Garanti, la filial del banco español en el país, ha sido acusada de plegarse al régimen de Erdogán alprohibir que las personas afectadas por las purgas masivas del presidente -tras el fallido golpe de estado de 2016- se abran una cuenta u operen a través de la entidad.
Por medio de estos temidos decretos ejecutivos (KHK en turco), el Gobierno ha conseguido acabar con las carreras profesionales de aquellos que considera contrarios al régimen, clausurar medios de comunicación, universidades y sindicatos.
Prohibición de Garanti
El diario turco Gazete Duvar, denuncia el caso de un médico que necesitaba ser cliente de Garanti y al que la entidad rechazó. ¿El motivo? Su nombre apareció en uno de los KHK y, aunque necesitaba la cuenta para trabajar en una empresa que operaba exclusivamente con la filial turca de BBVA, la respuesta de Garanti fue que su condición hacía imposible que pudiese abrir una cuenta.
Sin rendirse, el médico escribió al Comité de Arbitraje de la Junta de Regulación y Supervisión Bancaria quienes contestaron que el banco era “libre para decidir con quién trabajar”.
El caso ha llegado a oídos de Ömer Gerlioglu, diputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), la formación de izquierda prokurda que se convirtió en la tercera fuerza en el Parlamento tras las últimas elecciones. Gerlioglu se ha hecho eco de la situación en redes sociales y ha amenazado con llevar el caso a los tribunales.
“Estoy siguiendo de cerca el tema. Tomaremos las medidas necesarias contra estos bancos y los que los animaron a hacerlo. Los que están detrás de estas prácticas #Nazis serán absolutamente responsables ante la ley”, ha señalado el diputado.
Debido a la presión, Garanti se ha visto obligado a aceptarle como cliente, pero imponiendo límites en su cuenta bancaria. El médico solo podía usarla para recibir el salario de su empresa, cualquier otra operación o transferencia estaría restringida.
Con el apoyo del diputado de HDP, el médico ha conseguido su objetivo. Esta semana la entidad le comunicaba que se eliminaban todas las restricciones impuestas en su cuenta bancaria. Al preguntar por el motivo de este rechazo, BBVA se ha negado a dar declaraciones a Euronews.
La participación del banco liderado por Carlos Torres en Turquía empezó en el año 2010 después de adquirir el 24% del capital de Garanti al llegar a un acuerdo con Dogus, accionista de referencia. Más tarde, en 2015, aprovechando la caída de la lira, BBVA compró un 14,89% adicional. Hoy en día, la entidad controla el 49,86% del mayor banco turco por capitalización bursátil.
Un año complicado
Sin lugar a dudas, el escándalo tras la imputación en el ‘caso Villarejo’ ha sumido la entidad en una crisis de imagen. El propio banco ha dejado de esconder públicamente el golpe y ha reconocido que este daño es “evidente”, aunque por el momento no ha notado ningún impacto “relevante” en el negocio.
Con la publicación del espionaje masivo encargado por Francisco González -expresidente del BBVA- a periodistas, empresarios, políticos y hasta al propio rey emérito para evitar el asalto de poder de Sacyr a la entidad española, su prestigio se ha visto mermado.
Según la empresa de análisis de reputación Merco, en 2018 ocupaba el cuarto puesto del ranking de reputación empresarial y en 2019 pasó al décimo puesto. Este nuevo golpe, sin haber cerrado el proceso judicial sobre las escuchas ilegales, compromete la ética del banco español.
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